Los detalles importan.

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Si alguna vez hicieran la película de vuestros libros, ¿os importaría que las monturas de vuestros protagonistas fueran totalmente distintas de como las habíais descrito? Y, como lectores: ¿Os molestaría que vuestro animal preferido apareciera en la gran pantalla de forma muy diferente a como os lo habíais imaginado? Yo creo que sí a ambas preguntas. Y eso es porque los detalles, a lo hora de referirnos o escribir sobre ellos, importan.

Ver cómo aparecen estas disonancias siempre nos causa, aunque sea, una pequeña decepción.


Artax

Por ejemplo: Artax, el caballo de «La historia interminable» era un caballo blanco. Todos tenemos el recuerdo de cómo aquel níveo animal corría con Atreyu por aquellos amplios parajes, o cómo se hundía, embarrado, en el pantano de la tristeza (una de las escenas más tristes del cine, para mí).

¿Hubiera sido lo mismo si, después de leer el libro, hubierais visto cómo un caballo de pelaje castaño y crines negras, sustituyera a Artax en aquellas escenas? Probablemente no. Sobre todo porque, aunque estos no llenen las páginas de diálogos, son tan importante como otros personajes de la historia y hay que prestarles la debida atención.

Los detalles importan: su raza, su aspecto físico, su comportamiento, o cualquier otro ademán que los caracterice.


Altair

En Las lágrimas de Kaiu, Altair, el caballo de Kardán, tiene incluso su propia ficha. Está basado en un semental tordo de pura raza española (P.R.E), de la yeguada de La Cartuja «Hierro del bocado», llamado Orador XVII. (No queráis saber cuántas horas dediqué a buscar el caballo perfecto ni cuántas imágenes llegué a ver. Esto forma parte de mi pasión personal por estos bellos y nobles animales.)

Hay unas imágenes preciosas en Pinterest que os recomiendo que veáis. No puedo ponerlas aquí por derechos de autor. (Espero que por estas no se moleste nadie.)


Sombragrís

Aunque tal vez parezca un poco exagerada, no soy la única. Ya Tolkien mostró una pasión muy clara por los caballos y nunca quiso que nadie tuviera ninguna duda de cómo era Sombragrís. Por ello lo describió a la perfección, y los creadores de las películas supieron cómo era el caballo que tenían que buscar.

Blanco, como así se llamaba el animal que le dio vida en las películas del Señor de los Anillos, era un semental de pura raza española (P.R.E), de capa gris perlada. Dicen que uno de los dobles de Gandalf, se enamoró tanto del animal que acabó comprándolo. (En el enlace que os he puesto podéis leer toda su historia.)


Brego, Hasufel y Asfaloth

Ocurrió lo mismo con los dos caballos que montó Viggo Mortensen durante el rodaje de la película y por los que sintió una especial conexión. El que interpretó a Brego se llamaba Uraeus, y el que dio vida a Hasufel, Kenny.

No contento con adquirirlos a ambos, compró un tercero. Lo conoceréis muy bien, porque salió en una de las escenas más famosas. Se trata del caballo de Arwen, Asfaloth. Su nombre real es Florian, y aún vive con su dueña.


Avalon

Como yo me imagino al caballo de Brianna, Avalon. Los detalles importan.
Semental P.R.E

Avalon, el caballo de Brianna en mi libro Tras la puerta secreta, también es un P.R.E de capa gris perlada. Para cerrar esta entrada os voy a dejar con la descripción que hace Devin de él la primera vez que entra en la cuadra y lo ve. Espero que os guste, y que algunas de estas anécdotas sobre las monturas de estos protagonistas consagrados os hayan resultado amenas e interesantes.

Gracias por leernos y estar con nosotros.

Extracto de Tras La Puerta Secreta:

«…Fue entonces cuando el chico avistó por primera vez la gran cabeza blanca que lo miraba desde un rincón del amplio establo.

–¡Por Los Siete! –exclamó asombrado ante la belleza de la alta y magestuosa montura–. Es impresionante.

–Es el caballo de Brianna –repuso Tharis–. Avalon procede del sur de Istron; una de las regiones donde la cría de estos magníficos animales se ha convertido en todo un arte.

–¡Istron! –vociferó Devin, sin pretenderlo. El animal abrió sus profundos ojos castaños, sorprendido, y se echó levemente hacia atrás–. Siempre quise ir allí. Dicen que algunos de estos animales están tocados por la mano de la diosa de la Tierra, Mara, y que poseen habilidades sobrenaturales.

Un rayo de sol incidió en sus blancas crines y estas se tornaron casi transparentes. El grueso cuello del animal se arqueó con elegancia y Tharis aprovechó para acariciárselo con suavidad.

–Es tan fuerte como veloz. Y su espíriu es tan noble como su corazón.»

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2 comentarios en “Los detalles importan.”

  1. Me ha encantado leer la historia de estas razas tan bellas y conocer la procedencia. Y felicito a la escritora por la sensivilidad que la describe. Mis felicitaciones y admiración…

  2. Personalmente me gustan mucho los caballos y aunque no incluya descripciones de animales en mis novelas si considero que los detalles son importantes. El simbolismo que transmite una prenda, un color, o cualquier característica reseñable es un ingrediente esencial para el proceso creativo de la novela. Yo me enfadaría si en una adaptación televisiva se cargaran ese simbolismo.

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